Colombia

Colombia
en ese espacio verde caben varios países de Europa

miércoles, 23 de febrero de 2011

Volare... No tan alto


Medellín podría ser descrita como una ciudad frijolera y en segundo término como pastera.  De las cocinas que mejor permearon el gusto paisa fue la italiana y ello tiene una razón fundamental en la aceptación de este tipo de cocina por las clases medias y bajas, no hay que olvidar que es popular servir spaguettis con salsa de tomate y arroz en muchos restaurantes y hogares antioqueños. De ahí que la pasta, en sus diferentes presentaciones, sea un común denominador en la mesa paisa.
Y como somos más paperos que el Papa quería visitar Volare en la transversal intermedia. Volare nació con un ángel a un lado y un demonio al otro. Son muchos los comentarios positivos y muchos también negativos, pero lo cierto, como me cuentan fuentes internas, es que se ha mantenido lleno todas las semanas desde su inauguración hace 3 meses.
Dos platos fueron la elección. Primero unos tortellonis con espinaca y ricotta y el segundo un pollo relleno de albahaca, jamón serrano y queso brie en salsa de tomates rústicos acompañado de un pastel de coliflor y brócoli. El pastel lo quise cambiar por algo diferente y le propuse al mesero preguntarle al chef cuál sería su sugerencia. En cuanto a los tortellonis no hubo reparo. El tiempo de preparación no superó los 15 minutos. Durante ese tiempo me propuse escoger un vino malbec joven que ya suponía como gran acompañante para dos platos de salsas suaves, quesos y carnes blancas. No tienen carta de vinos. Sorpresa. Al momento viene el mesero con tres botellas en sus brazos para escoger. Ninguna me gustó. Una era tempranillo 2005 reserva, lo que auguraba aplastar el plato. Un tempranillo argentino, que era como comprar un malbec español. Por último un malbec 2007 reserva… se pasaría por seguro. Pedí otra terna. Qué tal Bonarda? - Pregunté. Vuelve el mesero con tres botellas. Bonarda reserva 2007. Malbec reserva 2007 y Bonarda reserva 2008. Ninguno me funcionaba. Los reserva pasaban por encima del plato. Otro problema, no me quería embriagar. Tiene por media botella –volví a preguntar? Si, claro. Tenemos carmenère chileno 2007 y malbec argentino reserva 2007. Ok, no más quilombos. Argentino malbec reserva 2007. No era lo más acertado, lo sé, pero no tenía más para escoger, además me daba pena con el mesero hacerlo regresar con otras tres botellas. Llegó el vino y unos minutos después llegó el plato
Nunca me avisaron que había sugerido el chef sobre mi idea de cambiar el pastel de coliflor y brócoli. Simplemente me dejaron una pasta al lado de mi plato de pollo relleno. Pregunté si el cambio tenía costo lo cual fue afirmativo, no me gustó porque yo no pedí un plato extra sino un cambio en el plato y no dijeron del sobrecosto.
Pero pasemos a hablar del plato. Los tortellonis estuvieron bien en general sin mayores sorpresas en el paladar, sin embargo el queso de la salsa lo volvía empalagoso al masticar.
El pollo no presentó mayores sorpresas. Se sentía su paso por el grille y el jamón serrano así como la albahaca y el queso brie no predominaron. Lo que si me pareció exquisito fue la salsa de tomates rùsticos.
El vino no tuvo una armonía perfecta pero tampoco incomodó.
Volare fue sin duda una buena experiencia en cuanto a platos de gusto popular, pero no dejan la inquietud en el paladar de querer volver a saborearlos.

No hay comentarios: